Mi labor a la hora de instalar la cerámica en las terrazas de las casas es minuciosa y requiere precisión en cada paso del proceso. Lo primero que hago es preparar la superficie donde se colocarán las piezas. Me aseguro de que esté completamente nivelada y limpia, ya que cualquier imperfección puede afectar el resultado final. Una vez preparada la base, selecciono cuidadosamente las baldosas o piezas de cerámica adecuadas según el diseño y el estilo que el cliente desea.
Luego, comienzo a colocar cada pieza siguiendo el patrón acordado. Utilizo los materiales adecuados para fijar la cerámica de manera firme y duradera, asegurándome de que no haya espacios irregulares entre las piezas. También tengo en cuenta los detalles en las uniones y bordes, para que el acabado sea perfecto.
Una vez que todas las piezas están instaladas, realizo las últimas revisiones para comprobar que todo esté en su lugar. El trabajo no termina hasta que estoy seguro de que el cliente está satisfecho con el resultado. Mi objetivo siempre es lograr un acabado limpio, profesional y duradero, que aporte belleza y funcionalidad a los espacios donde instalo la cerámica.